
Bueno, no sé por qué particularmente me llamó la atención el tema de los maestros. Será que en este curso he aprendido mucho de ellos; de los malos y de los buenos, de los "barcos" y de los exigentes. Y es que en este curso se me dio la oportunidad de conocer como personas a varios de ellos, y digo como personas porque la mayoría de los alumnos no se dan cuenta de que, el que se encuentra frente a ellos dando clase es también un humano, que tiene sus preocupaciones y también se divierte (a su manera, pero al fin y al cabo se divierten) y no son robots que se fabricaron para ser la botana de los alumnos, encontrándoles por todas partes defectos mientras los pobres profes se esfuerzan por hacer a un lado todas las ofensas que caen sobre sus oidos y tratan de ganarse el pan de cada día, como debe ser.
Sé que muchos de los profes tienen fama de tiranos que sólo buscan amargarnos la vida, pero en realidad a muchos de ellos sí les gusta su profesión y quieren realmente que aprendas algo. Claro, nunca, pero nunca falta el seudo-maestro que sí le gusta ver sufrir a sus alumnos haciéndolos estudiar para el extraodinario, pero en sí no quiero hablar de ese tipo de "maestros", sino de los buenazos que de verdad te hacen ver las cosas desde otro punto de vista y que te enseñan algo más que la asignatura que imparten y que de verdad se merecen que los llames MAESTROS.
Por ejemplo, mi maestra de Historia. Ahora que me acerqué a ella, me di cuenta que tiene 2 hijos, que ama a Soda Stereo, que está perdidamente enamorada de su prof de Universidad y tiene preocupaciones porque los años pasan y ella (a sus 35 años) cree que la vida ya se le fue.
Y miren que me tomó años darme cuenta de lo grandes que son estas personas, ya que yo era una de esas tantas que les hacía la vida imposible, que les escondía sus cosas, me burlaba hasta de los zapatos que usaban y hasta quemaba sus listas para que se perdiera mi calificación reprobatoria xD Aunque cada que platico todo lo que he hecho todos se ríen y me aplauden, viéndolo de otra forma, más bien parece que lo que yo hacía es comportamiento de una persona sin valores que parece que no me dieron educación en mi casa. Como si ellos no tuvieran suficientes problemas como para que un alumno rebelde se "divierta" con el sufrimiento de ellos.
Mi conclusión es que hay que tenerles respeto a estas personas tan lindas y hay que escucharlos de vez en cuando para agregar sabiduría a nuestra vida y saberles guardar un lugar en nuestro corazón, porque a fin de cuentas, con ellos convivimos gran parte de nuestra vida.